Ruta por los Ancares Lucenses
Los Ancares Lucenses son perfectos si huyes del turismo de masas, buscas paisajes que te dejen con la boca abierta, pueblos que te hagan retroceder en el tiempo y gente que te reciba con los brazos abiertos. Además de su rica y variada gastronomía.
Formada por cumbres que sobrepasan los 1.800 metros y profundos valles, nos dejan un contraste increíble. Su aislamiento ha contribuido a conservar un patrimonio etnográfico y arquitectónico impresionante.
Se encuentran en la provincia de Lugo, limitando con Asturias y Castilla y León. Los Ancares Lucenses y Montes de Cervantes, Navia y Becerreá fueron declarados Reserva de la Biosfera en 2006 y abarcan una superficie de más de 53.000 hectáreas. Una parte del territorio posee la condición de área protegida y forma parte de la Red Natura 2000.
Qué ver en los Ancares Lucenses
San Román de Cervantes
El conjunto etnográfico de San Román es una reconstrucción de las construcciones típicas de esta zona. En él podemos ver dos pallozas y un hórreo. Se puede visitar el interior de una palloza y ver utensilios antiguos que se utilizaban en el día a día.
Castro Santa María de Cervantes
A 12 kilómetros de San Román se encuentra este antiguo poblado castrexo fortificado en un paraje precioso. Las viviendas son de planta circular o cuadrangular y tenían una superficie de 14 m2 y una altura entre 4 y 5 metros.
Este poblado estuvo habitado entre los siglos I y III d.C. por trabajadores que explotaban el oro de las minas de la zona. Esta región destaca por su riqueza aurífera y cuando se abandonó la explotación en el siglo III d.C. el castro quedó despoblado. Más tarde, en la Edad Media, se reutilizó como cementerio y utilizaron piedras del castro para señalar las tumbas. En total se encontraron 56 sepulturas.
El castro fue descubierto y estudiado en 1995 y 1996, aunque hay parte de la superficie que no ha sido excavada y está dividido en tres alturas. Todos los materiales encontrados, la mayoría utensilios domésticos, han sido trasladados al Museo Provincial de Lugo.
Al lado se encuentra la iglesia de Santa María, un templo precioso que es de los más antiguos de Galicia.
Castillo de Doiras
Ubicado en lo alto de una roca a 747 metros de altitud y en una situación estratégica y de difícil acceso, se encuentra esta fortaleza de arquitectura militar. También se la conoce como Torre de Ferreira, quizás porque se encuentra cerca de la herrería de Fonquente.
Para poder visitarlo lo mejor es dejar el coche en el pueblo de Doiras y dar un pequeño paseo hasta el castillo. Llama la atención que el último tramo tiene una cancilla que da acceso a la subida al castillo.
Esta fortaleza se cree que fue construida en el siglo XV y fue declarada Bien de Interés Cultural en 1994. Accedemos a ella a través de una puerta con arco semicircular. Es de planta rectangular con gruesos muros y destaca la torre del homenaje con sus 17 metros de altura. La torre estaba dividida con la bodega y despensa en la parta más baja, en la siguiente planta se encontraba la cocina, encima el comedor y por último el trono para la ceremonia y el dormitorio. Se puede acceder también a la parte más alta, que se utilizaba como torre de vigilancia.
Perteneció a la familia de los Osorio durante cinco siglos y después pasó a manos de Emilio Martínez Baladrón que hizo su primera restauración. En los años 70 pasó por varios propietarios hasta que fue comprado por la Fundación Xosé Soto de Fión.
“¿Sabías que el castillo tiene una leyenda?
La doncella cierva: hace muchos años vivía en el castillo de Doiras una hermosa doncella llamada Aldara, con su padre y su hermano. Un día Aldara se comprometió con Aras, el heredero de una fortaleza cercana. Al poco tiempo la doncella desapareció en el bosque y nunca la encontraron. Decían que la había hechizado un mouro. Tiempo después el hermano vio una cierva blanca y la abatió. Como no podía cargar con ella hasta el castillo, cortó una pata y la guardó en un saco. Al llegar al castillo y enseñar a su padre el trofeo observaron horrorizados que era la mano de Aldara con su anillo. Fueron a buscar a la cierva y se encontraron el cuerpo de Aldara sin la mano. El hechizo del mouro se deshizo con su muerte”.
Os Grobos
Os Grobos es un paisaje mágico, el musgo cubre las grandes rocas calizas que se han ido modelando con el agua y el paso del tiempo llegando a formar cuevas, galerías y pasadizos. Los árboles, junto con estas rocas, forman un laberinto natural. Es un lugar lleno de encanto y misterio que parece habitado por seres fantásticos.
Se encuentra entre los municipios de Becerreá y As Nogais y está dentro de la Zona de Especial Conservación, protegido por la Red Natura 2000. Los paisajes de los Ancares Lucenses son increíbles.
Mirador Torre de Doncos
Esta fortaleza se alza sobre la cumbre de un cerro rodeada de naturaleza y con el río Navia a sus pies. Fue construida en el siglo XV y abandonada dos siglos después. Era propiedad de la familia Valcarce y en la actualidad sólo resiste en pie la Torre del Homenaje, que es de planta cuadrada.
El mirador es una pasarela de hierro y cristal en la que la última parte se abre al vacío. Impresiona ver las rocas y árboles a tus pies.
Piornedo
En Piornedo se encuentra el mayor y mejor conservado conjunto de pallozas de toda la Península Ibérica. En ellas vivieron hasta los años setenta y ahora puedes visitar una de ellas que han reconvertido en museo.
Los vecinos de Piornedo luchan para que las tradiciones y su patrimonio etnográfico no desaparezcan. Han creado una ruta con códigos QR para conocer todos los puntos de interés de la aldea, así como asociaciones para preservar las tradiciones.
La gran problemática de los Ancares Lucenses es el precio del mantenimiento de los teitos de las pallozas. Cuesta mucho conservarlas y repararlas, y en pueblos vecinos han acabado quitando el techo de paja y poniendo uno de chapa.
O Cebreiro
A 1.300 metros de altitud se encuentra esta aldea, que es lugar de entrada a Galicia del Camino Francés a Santiago de Compostela. Forma un Conjunto Etnográfico que fue declarado Conjunto Histórico Artístico en 1962 por su valor patrimonial. Son cuatro las pallozas que forman parte del conjunto etnográfico y que han sido recuperadas y musealizadas.
La iglesia de Santa María la Real es prerrománica, del siglo IX, y dicen que en ella ocurrió el milagro del Santo Grial.
“Cuenta la leyenda que un día de invierno con mucho frío y nieve un campesino de un pueblo cercano entró en la iglesia para ir a misa. El sacerdote se burló de él diciendo que podía haber muerto por un poco de pan y vino. En ese momento la hostia se convirtió en carne y el vino en sangre y la imagen de la Virgen María se arrodilló en inclinó la cabeza en señal de respeto.
El milagro se hizo muy famoso y los Reyes Católicos quisieron conocer las reliquias. La Reina Isabel quiso llevárselas y al poco de partir hacia la corte la comitiva se tuvo que parar debido a que los caballos no querían continuar. Al soltarlos volvieron solos a las puertas de la iglesia.”
Al lado de la iglesia hay un hospital de peregrinos que estuvo regentado por monjes benedictinos.
Son muchas las personas que visitan esta bonita aldea cuando nieva. Para ver si hay nieve lo puedes hacer a través de la cámara web que tiene el Albergue de Peregrinos.
Proba de Navia
Por último, pero no menos importante, está Navia de Suarna, capital de los Ancares. En este pintoresco pueblo es el río su eje principal, que lo atraviesa y le da nombre. Su conjunto monumental con el puente, el castillo y su hórreo centenario forman una estampa de postal.
La plaza es el centro neurálgico y un buen punto para empezar la ruta. Muy cerca se encuentra el paseo del río, el Puente Viejo o Ponte Vella, un precioso puente con un solo arco que mide 13 metros de altura y fue un importante paso de caminos medievales.
El castillo del Conde de Altamira destaca por su ubicación sobre rocas. En él se conservan restos de murallas y torreones, pero hay parte que han restaurado sus nuevos propietarios con bloques de hormigón que contrastan con el conjunto del castillo. Se cree que es del siglo XI y pasó por las manos de la familia Osorio y después de los Altamira. Tras la revuelta de los Irmandiños, el castillo tuvo que ser reconstruido. En el siglo pasado fue adquirido por un sacerdote que lo reformó construyendo viviendas para sus herederos.
Al otro lado del puente se encuentra el hórreo de Couso, el hórreo con los pilares más altos de España y el Molino del Médico,
Navia es Arte, así se llama la ruta que nos lleva a conocer esta preciosa villa a través del arte. Pavel Yakusev y Alisa Smirnova son dos artistas rusos que se trasladaron a vivir a Proba de Navia y a crear arte. En distintos puntos de la localidad han ido instalando diferentes esculturas realizadas con hierro, que, junto al mural de Joseba Muruzábal de una superabuela, forman el Roteiro por la Proba de Navia. Un gallo, una trucha, una flor o una raposa son algunas de las esculturas que tienes que buscar.
Dónde alojarte en los Ancares Lucenses
Un alojamiento con encanto, en plena montaña y con todas las comodidades son las Cabañas de Ancares. Cuatro cabañas con unas vistas de ensueño y decoradas con todo el detalle. Han sabido darle un toque moderno y acogedor manteniendo elementos originales.
Dónde comer en los Ancares Lucenses
Mesón Catro Ventos
A 5 kilómetros de San Román se encuentra este acogedor restaurante con comida de calidad. En él encontrarás carnes con denominación de origen, embutidos de la zona, pescados selectos y los mejores productos que ofrece nuestra tierra. Puedes comer el cocido y el butelo.
Casa Belón
Comida casera en el pueblo de San Román. También es hotel rural.
Café Bar Xegunde
En a Proba de Navia podemos degustar una increíble comida casera. Se encuentra muy céntrico y es el lugar perfecto para visitar la villa.
La mayoría de esta ruta la conocí gracias al Encontro de Blogueiros Pasaporte Gastronómico Ancares Terras de Burón y a Carlos, de Pasear Galicia. Todo lo que os enseño en este artículo merece la pena conocerlo y disfrutarlo.