Bilbao, un viaje con los sentidos
Viajar es vivir y disfrutar de experiencias con todos los sentidos. Muchas veces recordamos un viaje por el olor de una comida, o por esa canción que sonaba de fondo en un restaurante, o por ese concierto que fuiste a ver.
Viajar es despertar los sentidos y avivar sensaciones que tenemos adormecidas en nuestro día a día. Aunque la vista es la primera que capta nuestra atención, hoy nos vamos a guiar de todos los sentidos para disfrutar de la ciudad de Bilbao.
Bilbao es una ciudad que ha cambiado muchísimo desde hace unos años. De la ciudad gris e industrial que era, ahora se ha convertido en una ciudad cosmopolita y moderna. La construcción del Museo Guggenheim fue fundamental en la revitalización urbanística de la ciudad.
¡MIRA!
Párate a observar. La vista es el sentido más desarrollado de los cinco, además vivimos en un mundo en el que nos bombardean a diario con imágenes. A través de este sentido percibimos e identificamos todo lo que tenemos a nuestro alrededor. En Bilbao mantén tus ojos bien abiertos para ver tanto monumentos como lugares interesantes.
Mi recomendación es que la primera toma de contacto cuando llegues a Bilbao sea dar un paseo por su ría. En ella te encontrarás muchos de las atracciones turísticas de la ciudad y es un paseo muy recomendable.
Museo Guggenheim
Los ojos se van inevitablemente al edificio del museo. Su llamativa e innovadora estructura está perfectamente integrada en la ría de Bilbao. En su interior hay un gran espacio diáfano que conecta a través de muros de vidrio el interior y el exterior. Este museo de arte contemporáneo es obra del arquitecto Frank Gehry.
¿Sabías que hay un edificio prácticamente igual en Los Ángeles?
Se trata del Walt Disney Concert Hall. Es obra también de Frank Gehry.
En el exterior del museo podemos visitar a Puppy y a Mamá, la araña gigante. Al lado de ella se encuentra el puente de la Salve.
Puente de Zubizuri
Más conocido como el Puente de Calatrava, porque fue quien lo diseñó. La superficie del puente es de cristal y tuvieron que añadir una alfombra antideslizante porque con la lluvia provocaba muchas caídas.
Si hay viento puedes sentir cómo se mueve cuando estás situado sobre él.
¡SABOREA!
La gastronomía vasca está reconocida internacionalmente por su tradición y por su personalidad. Su cocina tiene apellidos de grandes cocineros como Arzak, Berasategui, Subijana o Arguiñano. Destacan en sus platos los ingredientes de calidad y proximidad.
Bilbao es la ciudad perfecta para turismo gastronómico, ya sea de pintxos o en un restaurante con estrella Michelín. Tómate un zurito (corto de cerveza) o un buen txakolí y elige entre la variedad de pintxos que están en la barra. Los tienes fríos o calientes y son una auténtica delicia: bacalao, anchoas o merluza son algunos de sus ingredientes. Los pintxos se pagan, no es como en otros lugares de España donde están incluidos con la bebida.
¿Sabías por qué se llaman pintxos?
Su origen está en el palillo con el que la comida se sujetaba al pan.
¡TOCA!
Aunque en estos tiempos que estamos viviendo el tacto es el sentido que menos podemos utilizar. Además, es el sentido más complicado de sentir en un viaje. Aún así vamos a disfrutar del tacto en Bilbao.
En el Mirador de Artxanda se encuentra una escultura, La Huella Dactilar. Diseñada por Juan José Novella, conmemora a las víctimas de la Guerra Civil española, ya que este lugar fue bombardeado en 1936. Este mirador está situado en lo alto de una montaña y puedes llegar a él en coche o en funicular. Desde él tendrás unas vistas privilegiadas de la ciudad de Bilbao y de la montaña. Allí también podemos ver, a lo largo de 150 metros, cómo se repiten las letras rojas de Bilbao-Bilbo.
Aunque no la puedas tocar con los dedos, sí que la sentirás y te atrapará. La escultura de la niebla se encuentra también en el exterior del Guggenheim. Desde las diez de la mañana hasta las ocho de la tarde, cada hora, se pone en funcionamiento durante cuatro minutos y una niebla envuelve el museo y los alrededores.
¡HUELE!
Frutas y verduras recién recogidas, pan recién hecho, encurtidos, conservas… En la orilla derecha del río Nervión, en el Casco Viejo de la ciudad de Bilbao, se encuentra el Mercado de la Ribera. Pasea por él y pon en funcionamiento el olfato para disfrutar de la variedad de olores. En él encontrarás gran variedad de productos frescos en sus más de cuarenta puestos. Se encuentra ubicado al lado de tres de los símbolos que aparecen en el escudo de Bilbao: la iglesia de San Antón, el puente de dos arcos de la Ribera y el río Nervión.
En el Mercado de la Ribera encontrarás una amplia oferta de actividades: degustaciones, clases de cocina, ofertas…
¿Sabías que apareció en el libro Guinness de los récords?
Fue en 1990 por ser, en ese momento, el mercado municipal de abastos cubierto más grande de toda Europa. Tiene una superficie comercial de 10.000 m2.
Otro lugar donde desarrollar tu olfato es visitando a Puppy. Es la colorida obra de arte de Jeff Koons. Este cachorro gigante de terrier se encuentra al lado del museo Guggenheim y está fabricado con miles de flores. Mide 12 metros de altura y pesa 15 toneladas debido a su armazón de acero. Dos veces al año, en mayo y octubre, tienen que renovar las plantas.
¿Sabías cuál es el único lugar donde no tiene flores?
En la parte de la papada. Allí en vez de flores los jardineros plantan hiedra porque es una planta que crece sin problema hacia abajo.
¡ESCUCHA!
El Teatro Arriaga, en sus 130 años de historia, nos acerca la cultura y hace que abramos nuestro oído a la música. Desde música de cámara, zarzuela o espectáculos más modernos hasta el teatro, por el que han pasado las actrices y los actores más reconocidos del mundo de la farándula.
Este edificio está construido en un estilo neobarroco y fue inaugurado en 1890. Ha sufrido todo tipo de desventuras: primero sufrió un incendio; después, durante unas lluvias torrenciales que inundaron Bilbao, se inundó y el agua llegó hasta el segundo piso.
Otro lugar donde escuchar el día a día de los bilbaínos y los turistas es en el corazón de la ciudad, en las Siete Calles. Es el núcleo originario de la villa de Bilbao. Tiene un trazado típicamente medieval y es un imprescindible en tu visita a la ciudad. En las Siete Calles hay restaurantes, tabernas, tiendas e incluso una curiosa fuente llamada “la del Perro“. Allí también podemos visitar la Catedral de Santiago.
Otro lugar que no puede faltar es el Estadio de San Mamés. Allí oirás rugir a sus aficionados animando a su equipo. En él también se celebran conciertos. Este estadio se inauguró en 2013 y sustituyó al antiguo estadio.
Hasta aquí llega nuestro viaje a través de los sentidos. Espero que hayáis disfrutado de la ciudad de Bilbao de otra forma diferente.
Si te apetece vivir la experiencia de dormir en una cabaña en un árbol, muy cerca de Bilbao tienes unas cabañas preciosas.