5 Leyendas del Bierzo: demonios, tesoros y ciudades desaparecidas
Las leyendas son historias sobre hechos sobrenaturales, naturales o una mezcla de ambos que se transmiten de generación en generación. A diferencia de un cuento o un mito, las leyendas están ligadas a un hecho preciso e integrado en el mundo cotidiano. En ellas aparecen criaturas mitológicas junto con los seres humanos. Con la tradición oral las leyendas pueden cambiar dependiendo del lugar donde las cuenten y puede haber variantes de ellas. Es un verdadero tesoro que hay que seguir difundiendo para que no se pierdan.
Me encanta conocer las leyendas de los lugares que visito, así que he decidido contaros leyendas del lugar donde vivo. Además de disfrutar del patrimonio industrial, arqueológico o de su gastronomía, vamos a conocer un poco más de la historia del Bierzo a través de sus leyendas. El Bierzo ha acumulado durante miles de años muchas leyendas, tenemos de demonios, de tesoros escondidos o ciudades desaparecidas.
Las 7 hermanas
Cuenta la leyenda que siete hermanas peregrinaban a Santiago de Compostela. La más pequeña de ellas venía con los pies lastimados. La hermana mayor decidió hacer un descanso en Foncebadón para curarle las heridas mientras el resto de las hermanas daban un paseo por los alrededores. Cuando terminó de curarle los pies, la hermana mayor salió a buscar al resto de sus hermanas, mientras dejaba a la pequeña descansando en la fuente. Como ésta se sentía culpable por retrasar al resto, decidió adentrarse valle adentro. Acabó en Valdescayos, donde construyeron una ermita dedicada a la Virgen de Escayos, que es la patrona de Manzanedo de Valdueza.
El resto de las hermanas siguieron caminando y, admiradas por los hermosos paisajes que se encontraron, se dispersaron por todo el Bierzo. La hermana mayor, ante la dificultad de encontrarlas, pidió ayuda a un pastor que le dijo que buscara la montaña más alta, un lugar desde donde se pudiera divisar todo el Bierzo, el pico de la Aquiana. Cuando llegó allí se llevó una gran sorpresa. Todas sus hermanas brillaban en diferentes ubicaciones y en cada una de ellas se construyó una ermita: Virgen de la Peña en Congosto, Virgen de Las Nieves en Valdeprado, Virgen de Fombasallá en los montes de Paradaseca, Virgen de las Angustias en Cacabelos y la Virgen de la Encina en Ponferrada. La hermana mayor se quedó en la ermita de La Guiana.
El tesoro templario
El castillo de Ponferrada es el lugar donde se concentran la mayoría de las leyendas. Hay multitud de relatos sobre los templarios y la custodia del Arca de la Alianza y del Santo Grial, además de la leyenda que nos cuenta la existencia de un pasadizo secreto que unía el castillo de Ponferrada con el de Cornatel.
La Orden del Temple se creó en 1119 en Jerusalén para defender los santos lugares y luchar contra los infieles. Sus fundadores fueron caballeros franceses que protegían las vidas de los cristianos que peregrinaban a Jerusalén. La pérdida de Tierra Santa supuso la desaparición de los apoyos a la orden. Eran monjes guerreros que tenían voto de castidad y renunciaban al lujo, la ostentación y los placeres de la nobleza. Se les distinguía por su túnica blanca y su cruz roja. Su poder hizo que distintos reyes europeos los acusaran de graves pecados y que la orden se disolviera por mandato del Papa Clemente V, que ordenó apresar a todos los templarios y confiscar sus bienes.
Los templarios llegaron al castillo de Ponferrada en 1178. Tenían entre sus misiones proteger a los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela ante la invasión de los musulmanes, evitar los enfrentamientos entre los nobles gallegos y los leoneses, y servir a los intereses de los reyes Fernando II y Alfonso IX. En el año 1211, el rey Alfonso IX dona la villa de Ponferrada a la Orden del Temple. Los templarios permanecieron en Ponferrada durante un siglo y medio.
Cuenta la leyenda que los templarios escondieron en Ponferrada un tesoro. El castillo esconde muchos secretos en su interior, es un lugar lleno de inscripciones y escudos. Se cree que el tesoro que los templarios escondieron es el Arca de la Alianza, un cofre sagrado que contenía las Tablas de la Ley donde aparecen los Diez Mandamientos que dios le entregó a Moisés. Se dice que está escondida en alguna gruta subterránea o cavidad secreta debajo del castillo.
O Demín de Paraxís
En el Bierzo tenemos la única talla del demonio, fuera de retablo, de España. Se encuentra en el pueblo Parajís o Paraxís, muy cerca de Balboa y en la frontera con Galicia.
En el noroeste de la península ibérica el demonio, demo o demín forma parte de muchas historias. Las historias cuentan que engañaban y asustaban a los pastores y lavanderas.
Cuenta la leyenda que en los años 50 cuatro jóvenes que habían bebido bastante decidieron sacar en procesión a este pequeño demonio. Lo sacaron cantando por la puerta, pero cuando llevaban un par de pasos fuera de la iglesia el demín pegó un salto al suelo y de allí a un castaño, de ese castaño a otro, y así sucesivamente. Los jóvenes lo persiguieron y lograron cogerlo para volver a meterlo dentro de la iglesia. Cuando lo dejaron dentro escucharon una voz que les presagiaba que iban a morir todos de muerte no natural. La profecía se cumplió…
Hay varias versiones de esta historia, pero todas coinciden en que es mejor no meterse con el demín.
La Morenica
Esta es la leyenda más conocida del Bierzo. Cuenta la leyenda que los templarios estaban realizando obras en el castillo y necesitaban mucha madera. Al lado de la fortaleza existía un bosque de encinas y de allí la cogían. Un 8 de septiembre del año 1300, un templario encontró en el interior del tronco de una encina la imagen tallada de una virgen. Para venerarla decidieron edificar una capilla en ese mismo lugar y a la virgen le pusieron el nombre de Encina.
Se cree que esta virgen fue traída de Jerusalén en el siglo V por Santo Toribio, el obispo de Astorga, y que la colocó en la antigua catedral de Astorga. Fue el monje San Genadio en el siglo IX quien la cogió y la ocultó en el tronco de una encina para protegerla de la presencia de los musulmanes. Allí estuvo siglos escondida hasta que los templarios la encontraron.
Enfrente de la Basílica de la Encina podemos ver la estatua de un templario junto el tronco de una encina con la virgen, en la plaza con el mismo nombre. La Virgen de la Encina es la patrona del Bierzo y se la conoce como la Morenica por el color de la talla.
Una leyenda en La Leitosa
Cuenta la leyenda que muy cerca de Villafranca del Bierzo existía un poblando minero llamado Alcaparra, en una zona que hoy conocemos como La Leitosa. Un día llegó al poblado un viejo hambriento y al ver que estaban cociendo pan pidió un poco para comérselo. Cortaron un trozo de masa y lo metieron en el horno, pero empezó a crecer tanto que no quisieron dárselo. Lo que hicieron fue cortar otro trozo más pequeño y lo volvieron a meter en el horno, pero ocurrió lo mismo, volvió a crecer mucho y se lo negaron.
Sólo un hombre de los que allí estaban salió en su defensa y les recriminó a los demás que no le dieran pan. Nadie le hizo caso. Ante la poca caridad que había allí, el visitante le dijo a este hombre que le acompañara a la salida del pueblo. Una vez allí le comentó que siguiera caminando y no mirara atrás hasta que perdiera al pueblo de vista. Después de haber recorrido unos cuantos metros se dio la vuelta y comprobó que todo el pueblo de Alcaparra estaba hundido por la codicia y la ambición de su gente.
Se cree que el anciano era Dios que había venido a poner a prueba a los pobladores de esta ciudad.
¿Cuáles conoces tú? Puedes dejarme en comentarios la que más me gusta e iré ampliando el artículo.
No conocía ninguno,pero me los he leído todos.Ahora conozco un poquito más de mi Bierzo.
Muchas gracias por tus palabras 😊
Obrigada por divide seu conhecimentos conosco!
Yo soy ponferradino y he visitado muchas veces La leitosa.Pero siempre la conoci como Las
medulas. Mi pregunta es.De donde le viene le viene el nombre de La leitosa?.